sábado, 4 de abril de 2015

Las Heridas en las manos de Jesús

manosEl Dr. Debbie Clemente, cirujano plástico de mi país, especialista en la reconstrucción de manos, comentó hace poco en una FM Cristiana: "Yo trabajo casi todos los días con la maravilla de la mano humana, pero una vez al año las manos tienen un significado muy especial para mí. Mientras que los cristianos de todo el mundo celebran el viernes santo, yo me tomo ese día para meditar sobre las manos de Jesús

Esas manos que hicieron tanto bien, las mismas que muchas veces usó para sanar enfermos, las que lavaron los pies de sus discípulos, esas mismas manos, cierto día un grupo de soldados romanos las atravesaron con gruesos clavos que introdujeron a la altura de la muñeca, a través del túnel carpiano. Esta mutilación es terrible, provoca que la mano se doble en forma de garra, es una zona extremadamente dolorosa por la presencia del nervio mediano, el que permite la sensibilidad de la mayoría de los dedos, y Jesús no recibió ningún tipo de anestesia.

Luego de esto, elevaron su cuerpo en el madero donde estaba clavado y todo su peso se mantuvo en esos clavos, destrozando aun mas sus tejidos y tendones, provocando un sangrado importante y un dolor profundo. La mayoría de sus seguidores que hasta ese día lo habían acompañado, literalmente desaparecieron de la escena. Unos se alejaron por temor, y otros porque no tuvieron la fortaleza necesaria para ver al Mesías soportando esa brutal tortura.

Pero esa no sería la última vez que las personas verían las manos de Jesús. Las escrituras nos narran que a la noche de ese mismo día, se presentó a sus Apóstoles. Éstos encontraban reunidos con las puertas cerradas por miedo de los judíos, entonces vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Y cuando les dijo esto, les mostró las manos
, y ellos se regocijaron viéndolo (Juan 20: 19-20).

Creo que Nuestro Salvador a optado por dejar esas
cicatrices en sus manos por el resto de su eternidad como señal de una humanidad herida. Por eso se que Dios comprende nuestro dolor y escucha nuestras oraciones".

En estas fechas tan especiales, te invito a mostrarle tus heridas a Jesús, el sabe cuanto duelen, y a través de sus manos te dará la sanidad que necesitas (Isaías 53:5).


                                                                   
Marcel Amorín